Trabajo en una empresa en la que es difícil realizar el wudu’ para la plegaria (es decir, quitarse el hijab para mojar mi cabello y mis orejas). Mi pregunta es la siguiente: ¿Es mejor pasar la mano húmeda sobre el hijab y mojar sólo las orejas lo más que pueda? ¿O debo combinar las plegarias de Duhr y ‘Asr en casa cuando regrese?
En primer lugar:
Parece que es difícil para usted quitarse el hijab por la presencia de hombres que no son sus mahrams en su lugar de trabajo. Si es así, usted debe tener en cuenta que la mezcla de mujeres con hombres que no son sus mahrams tiene muchas consecuencias negativas, como el estar a solas o el mirar a un miembro del sexo opuesto de manera ilícita, la tentación, y otras cosas que no son ningún secreto para las personas que poseen discernimiento. Por favor, vea la pregunta 1200 para obtener la evidencia.
En segundo lugar:
Si una mujer enfrenta este problema y el momento de la plegaria llega cuando ella se encuentra mientras está en su trabajo, y no puede atrasarla hasta su regreso a casa, debe orar en el lugar más escondido de su trabajo. También hemos dicho esto en la respuesta a la pregunta número 39178.
En tercer lugar:
Al decir que es difícil para usted quitarse su hijab para mojar su cabello y sus orejas cuando realiza el wudu’, nos hace preguntarnos: ¿Cómo lava sus brazos y pies en presencia de los hombres?
Debe estar consciente de que sus brazos y pies son parte del ‘awrah que debe esconderse de los hombre que no son sus mahrams. Con respecto al rostro y las manos, hay diferencias entre las opiniones de los expertos, pero la opinión más correcta es la que dice que también deben cubrirse. Vea la pregunta número 11774.
En cuarto lugar:
Está permitido que una mujer se moje sobre su jimar (cobertor de cabeza) en caso de necesidad, como cuando está muy frío, o es difícil quitarse el hiyab y luego ponérselo otra vez.
Se le preguntó al Sheij Ibn ‘Uzaymin (que Allah tenga piedad de él): ¿Está permitido que una mujer pase su mano húmeda sobre su jimar?
Él respondió:
La opinión conocida en el madhhab del Imán Ahmad dice que ella puede pasar la mano húmeda sobre su khimar si ésta está por debajo del mentón porque fue narrado que algunas de las mujeres de los Sahaabah (que Allah esté complacido con ellos) lo hacían.
Cualquiera sea el caso, si existe alguna dificultad, ya sea porque el clima es frío, o porque es difícil sacarlo y volverlo a poner, entonces no hay nada de malo en hacerlo así en esos casos, en otros casos es mejor no hacerlo. Fin de cita.
Fataawa al-Tahaarah, p. 171
En Sharh Muntaha al-Iraadaat (1/60) dice: También es válido para una mujer pasar la mano húmeda sobre el jimar que vaya por debajo del mentón, porque Umm Salamah solía hacerlo con su jimar, como lo mencionó Ibn al-Mundhir. Fin de cita.
Siempre y cuando el jimar cubra las orejas, es suficiente pasar la mano húmeda sobre él y no hay necesidad de colocar las manos por debajo del jimar para humedecer las partes. Del mismo modo, si un hombre está usando un turbante, tampoco tiene que humedecer sus orejas, eso es sólo mustahab.
El Sheij Ibn ‘Uzaymin (que Allah tenga piedad de él) dijo: También es Sunnah pasar la mano húmeda sobre cualquier parte de la cabeza que esté descubierta, como la frente, los laterales de la cabeza y las orejas.
Fataawa al-Tahaarah, p. 170
En quinto lugar:
Una mujer musulmana debe esforzarse para temer a Allah y obedecer sus mandamientos, y evitar lo que Él ha prohibido, y mantenerse alejada del trabajo en ambientes en los que hay mezclas entre los sexos. Debe tener cuidado de dar prioridad a este mundo sobre el Más Allá, porque éste es un placer pasajero, pero lo que está con Allah nunca se desvanecerá. Se narró en un informe sahih que nuestro Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) dijo: “El que abandone algo por la causa de Allah, será recompensado por Él con algo mejor que eso”. Clasificado como sahih por al-Albaani en Hiyaab al-Mar’ah al-Muslimah, p. 49.
Le pedimos a Allah que la ayude ha hacer lo que es mejor para usted en este mundo y en el Más Allá.
Y Allah sabe mejor.
